Por
Mamela Fiallo
Fundación
Libre, January 22, 2020
El
22 de enero fue declarado como el Día Nacional de la Santidad de la Vida
Humana. Así lo oficializó el presidente de EE.UU., Donald Trump, por medio de
una proclamación firmada.
“En
el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana, nuestra nación reafirma con
orgullo y firmeza nuestro compromiso de proteger el precioso regalo de la vida
en cada etapa, desde la concepción hasta la muerte natural”, escribió Trump en
la proclamación.
“Toda
persona, los nacidos y no nacidos, los pobres, los abatidos, los
discapacitados, los enfermos y los ancianos, tiene un valor inherente. Aunque
cada viaje es diferente, ninguna vida carece de valor o es intrascendente; los
derechos de todas las personas deben ser defendidos “, agregó el presidente.
La
fecha fue presuntamente elegida por su relevancia histórica. Fue el 22 de enero
de 1973 cuando el aborto se declaró derecho constitucional, mediante el fallo
Roe v. Wade.
Por
ello, el 22 de enero de 1984, el presidente Ronald Reagan declaró la fecha como
el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana. Reagan además creó la Ley
Mordaza Global, que impide a EE.UU. financiar abortos en el extranjero.
Barack
Obama revocó la medida y fue Trump quien la restituyó.
Ahora,
en plena campaña presidencial, Trump afirmó su convicción en defensa de la vida
y declaró el 22 de enero el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana, así
como lo hizo en 2018 y 2019.
Lo
opuesto a sus rivales. El precandidato presidencial por el partido demócrata
dijo que «el Acuerdo de la Ciudad de México niega la ayuda a las organizaciones
estadounidenses en todo el mundo que le permiten a las mujeres abortar o
incluso involucrarse en el control de la natalidad; para mí es absurdo».
Así
declaró luego que le preguntaron cómo afrontar el “impacto humano” sobre el
“cambio climático”. Su respuesta fue controlar la población y financiar abortos
en países pobres.
La
proclamación del presidente para 2020 dijo que Estados Unidos “debe permanecer
firmemente dedicado a la profunda verdad de que toda vida es un regalo de Dios,
que otorga a cada persona un valor y un potencial inconmensurables”.
“Innumerables
estadounidenses son incansables defensores de la vida y defensores de los
vulnerables entre nosotros. Agradecemos a quienes apoyan a las mujeres que
experimentan embarazos inesperados, a quienes brindan curación a las mujeres
que han tenido abortos y a quienes acogen a los niños en sus hogares a través
de hogares de acogida y adopción”.
“En
el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana, celebramos el maravilloso
regalo de la vida y renovamos nuestra determinación de construir una cultura
donde la vida siempre sea venerada”, agrega la proclamación.
Actualmente
el estado Indiana presentó un proyecto de ley para proteger a la vida desde la
concepción. Mientras que Kentucky exige que las mujeres vean a sus hijos en
ecografías antes de decidir poner fin a sus vidas.
La
más restrictiva hasta ahora es Alabama, que penaliza no a la mujer sino al
médico.
Bajo
la administración Trump el aborto ha disminuido, a la par de la caída en los
embarazos adolescentes, que, escribió Trump, han contribuido “a la tasa más
baja de abortos entre adolescentes desde la legalización del aborto en 1973.”
“Todos
los estadounidenses deberían celebrar esta disminución en el número y la tasa
de abortos, que representa vidas salvadas. Aún así, hay más por hacer y, como
Presidente, continuaré luchando para proteger las vidas de los no nacidos “,
escribió Trump.
El
presidente también señaló que su administración ha introducido restricciones
que impiden que los beneficiarios de fondos federales del Título X proporcionen
abortos, junto con protecciones de conciencia para los trabajadores de la salud
y los empleadores que se oponen a la cobertura anticonceptiva en los planes de
seguro.
“Además,
he pedido al Congreso que actúe para prohibir los abortos de bebés de término
que puedan sentir dolor”, agregó la proclamación.
(…)
Aunque
bajo el gobierno de Trump los abortos son cada vez menos. En paralelo a los
logros en materia de defensa de la vida, los estados de gobierno demócrata, que
equivale a la izquierda de EE. UU., están pasando legislación que permite el
aborto hasta los 9 meses de gestación e incluso en Virginia intentaron legalizar
matar una vez nacidos.
Todo
frente al temor que una Corte Suprema con mayoría provida pueda revocar la
legalización del aborto a nivel federal, una decisión que podría ser viable
bajo la presidencia de Donald Trump, el mandatario más provida hasta ahora.
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