viernes, 26 de mayo de 2023

OMS SIN LÍMITES

 


 ahora busca imponer la 'educación sexual' a bebés

 

POR ENRIQUE DE ROSA ALABASTER

 

La Prensa, 21.05.2023

 

Siempre nos enteramos, mal, tarde o nunca, hasta que debamos padecerlas, de nuevas leyes y normativas de significativa importancia. Eso es habitual en nuestro país donde hay votaciones en días feriados o muy frecuentemente en época de fin de año cuando salen escondidos en medio de proyectos absurdos algunos que modificarán aspectos substanciales de nuestras vidas. Este parece ser el caso de las acciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que, al igual que otras como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), sus miembros no son elegidos por votación de la ciudadanía, sino que hay una votación interna.


Esta organización viene de dar el paso siguiente al de hace algunos meses, que fue el establecimiento de protocolos firmados por varios países mediante los cuales manejará las decisiones en salud previamente internas y propias a cada país, reemplazando así a sus autoridades nacionales, haciéndolas dependientes y desde ya comprometiendo a los de escala jerárquicamente inferior, como gobiernos provinciales, etcétera.


Pero ahora han dado un paso más y es el de las "Guías de educación sexual" en niños, que ya han sido firmadas por países europeos, pero buscan que sean implementadas en todo el mundo. Así, continuando con una línea que se esperaba dada la agenda 2030, pero no tan rápido, tomamos conocimiento del documento original de la OMS titulado: "Estándares de Educación Sexual en Europa".


Desde hace ya un par de décadas, la OMS desarrolla de manera intensa acciones que están centradas en el objetivo de lograr un mundo de consignas y ordenanzas sanitarias globales, uniformes y centralizadas, con las que busca extender su poder. Y ya no se trata solo de centralizar la política internacional en salud de los países con gobiernos votados (a diferencia, como dijimos, del WEF de Klaus Schwab, con quien coordina acciones), sino la educación sexual en los diferentes países. En este caso, en una acción coordinada con la UNICEF.


Si se presta atención, es la estrategia común que vemos en organismos como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional, una institución del mismo tipo, en la cual se instala la idea de que alguien que no responde a una estructura que se conozca su pertenencia clara sabe mejor y manejará mejor la economía o, en este caso, la salud. No hay que olvidar que la acción mancomunada de la agenda 2030 es el convencimiento de un grupo de personas con poder, de que están en mejor condición que nadie de hacer lo que es bueno para nosotros y la creación de un gobierno mundial está ya abiertamente expuesta. No es una teoría conspirativa sino un hecho proclamado que ya no se oculta, sino que se busca convencer sobre sus inmensos beneficios y que por otro lado se presenta así como la única opción ante un mundo que debe ser deconstruido en todos sus estamentos.


En este caso la OMS, dirigida por Tedros Adhanom Ghebreyesus -que ha sido reelecto en el cargo sin que extrañamente existiera otra candidatura-, continua con sus controversiales decisiones que lo hicieron famoso durante el covid. No hay que olvidar que la OMS tiene un conflicto de intereses toda vez que su principal benefactor es Bill Gates, quien se auto percibe experto en salud, con mayores y mejores conocimientos que figuras de primer orden mundial que vienen alertando con datos y pruebas de las consecuencias de estos actos y planteos mesiánicos. Gates considera que tiene ideas muy concretas respecto a qué es en salud lo mejor para todos nosotros. No siga la evidencia científica, crea en la OMS y en Bill Gates.


Por otro lado, la historia previa de Adhanom Ghebreyesus es muy interesante para quienes la guardaron antes que se limpiaran las redes de sus antecedentes en Etiopía en los diferentes cargos, o lo extraño de sus reales capacidades para dirigir semejante estructura que ambiciona manejar la salud del mundo, sin ser por ejemplo siquiera médico. En su perfil público ahora figuran cargos y estudios que antes no figuraban. La falta de consideración por los subgrupos étnicos y culturales, la habría demostrado ya en su pasado, hoy desaparecido en medios, ya que en las guerras civiles internas entre facciones tribales en Etiopía, el actual director de la OMS desempeñó un rol por el cual fue demandado penalmente por autoridades de su país. Posteriormente, se determinaría que sería desinformación y teorías conspirativas, como todos los datos que no responden a la narrativa que se busca instalar luego del 'reseteo', el término instalado en los dos libros de Klaus Schwab.


APODERARSE DE LA INFANCIA

El frente que busca apoderarse de la infancia por diferentes vías, entre ellas eliminando de la ecuación nada menos que a sus progenitores, ya lo hemos abordado en diferentes notas. Mediante el objetivo de sexualizar a la infancia se intenta suplantar los roles ya no solo paternos, sino inclusive los propios de cada región con sus características, ya que esa es la otra parte de la globalización y del gobierno mundial: un mundo uniforme pero de reglas impuestas, no acordando entre todos ese nuevo orden, sino imponiendo y eliminando la diversidad cultural, lingüística... en suma, potenciar el paradigma de Orwell, previamente inimaginable por fuera de la ficción.


Así un representante de Senegal decía que nadie podía estar conforme con un resultado que desconoce las particularidades de cada cultura, tema que en el mundo es importante, pero en algunas regiones de Africa o Asia es extraordinariamente diverso cultural y socialmente. Continúa diciendo que el problema de las "políticas comunistas" (claramente las llama así) es que tratan de instalar su idea de manera ya conocida. Así, al igual que en la Rusia Estalinista o la China Maoísta se suplanta a la familia y se adoctrina: los niños son del estado. Quizás se debe entender que no es más que ese viejo sistema, hoy inaceptable desde esa presentación, pero ahora con un envoltorio diferente. También en esos casos era para recuperar a los pueblos oprimidos y conocemos las consecuencias.


Varias notas fueron publicadas en el Reino Unido, ya que Laura Anne Jones, la ministra de salud por la oposición en Gales (la 'ministro en las sombras', se llama a esa figura allá) dijo que esta nueva guía de la OMS es inadmisible y debe ser eliminada de inmediato, al notar que algunos educadores ya estaban usando ese instrumento para instalar una ideología. Algo sobre lo cual hemos planteado también en varias notas. Dice Jones respecto del documento de la OMS: "reconceptualiza toda la existencia de un niño", no solo esa etapa.


Es que si se empieza a unir la línea de groseras manchas, ya que no son puntos, la imagen que se obtiene es evidente, aunque dirán que se unen hechos dispersos que nada tienen que ver entre sí. Esa es la idea, que nadie vea lo evidente, que relacionar conceptos -la capacidad básica de la inteligencia- entre por definición en la categoría de delirio.

Esos puntos o manchas, que nos dicen que no tienen que ver con tantos otros, son por ejemplo la imposición a, como dice la guía, "definir la identidad sexual de un niño antes de los 6 años".


Cualquiera que haya aprobado un primer año de psicología en la carrera de psicólogo o medicina, conoce el desarrollo psicoevolutivo que nos exime de explicar este absurdo lógico. No se trata de un proceso externo al ser en crecimiento, sino acompañarlo con la menor intervención. De lo contrario, hablemos abiertamente de adoctrinamiento. En coincidencia con esto, en varios países y aquí, divulgadores buscan banalizar la idea del consentimiento sexual o en CABA la posibilidad de pedir cambio de identidad sin aprobación de los padres a los 16, pero ya aclarando que pronto será a los 13 años. Al mismo tiempo, la industria del cambio de sexo es fenomenal y se publicita abiertamente hasta por Instagram o Tik Tok. Por supuesto, nos intentan imponer que son hechos totalmente aislados sin conexión.


Al mismo tiempo, aún con problemas realmente importantes y urgentes como la pobreza y la inflación -temas que le eran en alguna medida ajenos-, el presidente de los Estados Unidos se une a la lucha sobre algo que las mismas mujeres deportistas deben defender y perdieron en votación del congreso, pidiendo no competir con hombres biológicos. La problemática no es menor ya que, por ejemplo, en caso de deportes atléticos pierden, pero en combate ya han habido fracturas craneales. Eso no impide que sea votada y ganada la propuesta de seguir esa vía. Las mujeres biológicas pierden y una lucha esforzada de décadas por destacar el deporte femenino, desaparece aun ante la exhibición de un exmarine, que habiendo sido un mediocre luchador de artes marciales mixtas, decide auto percibirse mujer y ahora destrozó el cráneo de una mujer (biológica) totalmente superada. Los alegatos de deportistas actuales y del pasado, campeonas olímpicas y de madres de atletas adolescentes eran estremecedores, más aún en un país en que el éxito deportivo significa una carrera universitaria y una vía de ascenso social.


DIVIDIR Y REINAR

La clave es que la estrategia ha sido dividir y reinar. Por eso la batalla es, ha sido y será cultural.  Como decía antes, que nadie una la información, la línea de puntos, ya que será llamado 'desinformante' o 'conspiranoico'. Por eso, esta vez se ha instalado una intensa campaña en medios y en grupos que saben que dividir e instalar ideas ajenas confunde, aísla y así se obtiene poder. Una secta a escala global. Cómo decía José Hernández, a los hermanos separados los devoran los de afuera. Los ejemplos son cotidianos: los padres con hijos captados a los 3 o 4 años (en Minnesota proponen esa edad) que con solo llegar a la frontera recibirán tratamiento de cambio de sexo gratuito y apoyo legal y de seguridad frente a sus padres... pero no lo llaman secuestro. Las mujeres, que diciéndoles que fomentaban sus derechos, ahora a ellas también se las priva de su condición de madre. Ya no es necesario hablar del patriarcado que demonizaron, ahora los padres, ambos, no podrán opinar si su hijo o hija, sin ninguna ayuda profesional, cambia su vida de manera definitiva e irreversible. Es la OMS o un grupo de una ONG, como en su momento fue el pedófilo condenado Corsi, que decidirá sobre ellos. En todo caso, no sus padres que han perdido la condición de saber cómo educar a sus propios hijos.


"LA MATRIZ"

Las tablas que se adjuntan en el documento original de la OMS están bajo un capítulo con nombre de impacto semiótico en nuestra cultura, en cuanto al uso y elección de las palabras: "La Matriz", "The Matrix". La propuesta es un mundo que desde ya no es el que conocemos, sino otro en el que seremos felices, a cambio de aceptar creencias y códigos universales y ajenos a los que han hecho la cultura de la humanidad.


La agenda 2030 nos propone modelos de felicidad en varias áreas que debemos entregar cultural y socialmente, entre las cuales una de las centrales es el rol que adjudicamos a nuestros hijos, a los más desprotegidos. Se propone entregárselos a su designio y ya las acciones en este sentido no buscan disimularse, sino que avanzan en varios frentes simultáneamente. Este que hoy mostramos en solo uno más.


Es así que el tema es extenso y tiene múltiples facetas y áreas de combate. Pero ya es claro que los menores, siendo los más frágiles, son los más expuestos. La naturalización de la pedofilia avanza por varios frentes, la agenda de reducción de la población circula también por eso. Para ello nos necesitan ignorantes y, especialmente, divididos, discutiendo lo evidente y enfrentándonos entre nosotros mismos.


El poema de Niemoller "y vinieron por mí", cada vez más presente. El advertía: actuemos antes que quedemos solos.

sábado, 20 de mayo de 2023

HUMANAE VITAE

 


 audaz, profética y cada vez más actual

 

Luis Francisco Ladaría Ferrer

 Prefecto Dicasterio para la Doctrina de la Fe

 

Brújula cotidiana, 20-05-2023

 

 

Publicamos “Humanae Vitae como una encíclica audaz y profética. Su relevancia hoy en día" por el cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, quien intervino en la conferencia “El cuerpo es mío”. Humanae Vitae, la audacia de una encíclica sobre la sexualidad y la procreación organizada por la Cátedra Internacional de Bioética Jérôme Lejeune (Roma, 19-20 de mayo).

***

Saludo a los participantes

Quiero saludar cordialmente a la Presidenta de la Fundación en España, la Dra. Mónica López Barahona, y agradecerle su invitación a participar en este Congreso Internacional sobre Humanae Vitae organizado por la Cátedra Internacional de Bioética Jérôme Lejeune. Saludo también a todos los participantes y les deseo un feliz estancia en Roma.

 

Introducción

La encíclic Humanae vitae abordó cuestiones relativas a la sexualidad, al amor y a la vida, que están íntimamente interconectadas entre sí. Son cuestiones que nos afectan a todos los seres humanos de cualquier época. Por este motivo, su mensaje se mantiene hoy vigente y actual. El papa Benedicto XVI lo expresaba con estas palabras: «lo que era verdad ayer, sigue siéndolo también hoy. La verdad expresada en la Humanae Vitae no cambia; más aún, precisamente a la luz de los nuevos descubrimientos científicos, su doctrina se hace más actual e impulsa a reflexionar sobre el valor intrínseco que posee»[1]. El mismo Papa Francisco nos invitaba, en su Exhortación postsinodal Amoris Laetitiae, a volver a «redescubrir el mensaje de la encíclica Humanae vitae de Pablo VI»[2], como una doctrina que no solo debemos conservar, sino que se nos propone para ser vivida. Una norma que transciende el ámbito del amor conyugal y que es referencia para vivir la verdad del lenguaje del amor en toda relación interpersonal.

 

La audacia de la Humanae vitae

Se ha insistido en la audacia de Pablo VI por resistir las presiones para aprobación del uso de los anticonceptivos hormonales en las relaciones sexuales dentro del matrimonio católico. Sin embargo, en mi humilde opinión, la verdadera audacia de la encíclica es mucho más profunda. Es de carácter antropológico y es, en ese sentido, que esta encíclica nos puede ayudar hoy a afrontar los desafíos antropológicos que aparecen en nuestra sociedad.

 

La encíclica, al responder al problema del uso de los anticonceptivos, sitúa su juicio moral en una amplia perspectiva antropológica, con una visión integral del hombre y de su vocación divina[3]. La encíclica fundamenta su doctrina, sobre la verdad del acto de amor conyugal, en “la inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador” [4]. Con este fundamento, se opone la antropología dominante que considera al ser humano constructor de sentido a través de sus acciones. Esto se traduce, en el ámbito de la sexualidad, en la pretensión que el hombre no puede limitarse a ser sujeto pasivo de las leyes de su propio cuerpo, sino que debe ser él quien dé significado a su propia sexualidad. Es la antropología que antepone la libertad a la naturaleza, como si se tratasen de dos elementos irreconciliables. Sin embargo, Pablo VI advierte que, previos a la libertad, existen unos significados, comprensibles al hombre por la razón, que el hombre no ha elegido, y que orientan y regulan su comportamiento. Si el hombre es capaz de reconocer e interpretar los significados unitivo y procreativo del acto conyugal, realizará rectamente su propia existencia y la llevará a plenitud. Para la encíclica, la naturaleza no está en tensión con la libertad, sino que da a la libertad los significados que posibilitan la verdad del acto de amor conyugal y le permiten su plena realización. Ésta es, a mi modo de ver, la verdadera audacia de Humanae vitae y que da a la encíclica su radical actualidad.

 

Rechazar la encíclica no supone, solamente, aceptar la moralidad de la anticoncepción, sino que implica asumir una antropología dualista que ve en la naturaleza una amenaza a la libertad y que considera que manipulando el cuerpo se pueden cambiar las condiciones de verdad del acto conyugal. La posibilidad de un amor con sexo pero sin hijos, derivará en la realidad de un sexo sin amor, que no solo ha producido una trivialización de la sexualidad humana, sino que ha provocado una transformación de la comprensión de lo que es la intimidad sexual y de lo que son, a nivel social, las relaciones sexuales.

 

Solo así se explica la incapacidad, que se da en las sociedades occidentales actuales, para reconocer las diferencias morales que se dan entre la unión sexual de un hombre con una mujer y la unión sexual entre dos personas del mismo sexo. Si es la persona quien tiene que dar sentido a su sexualidad, a través de sus actos libres, entonces, no hay problema en admitir, por ejemplo, la relación sexual entre personas del mismo sexo, pues lo único que importa es que esa “unión afectiva” sea libremente consentida. Así, según esta perspectiva, la libertad es la que determina la verdad de la acción. No se considera necesario que el acto humano, en este caso el acto de amor conyugal, responda a ningún significado preexistente, o natural, o establecido por Dios, sino que sea, simplemente, un acto libre. La encíclica se opuso a esta antropología y supo adelantar los problemas que de ella se derivan con una visión profética[5].

 

El aspecto profético de Humanae vitae: El cuerpo como problema

El rechazo de la Encíclica no solo ha afectado a la visión del amor y la sexualidad, también ha afectado a la percepción del propio cuerpo. La antropología anticonceptiva es una antropología dualista que tiende a considerar el cuerpo como un bien instrumental y no como una realidad personal. La expresión que da título a este congreso, “Mi cuerpo me pertenece”, recoge ese carácter instrumental del cuerpo, ese dualismo, donde el cuerpo queda reducido a pura materialidad y, por tanto, a objeto susceptible de manipulación.

 

Esta cosificación del cuerpo no solo supone la perdida de la verdad del amor humano y de la familia, sino que ha producido una alarmante disminución de los nacimientos y una multiplicación del número de abortos. El rechazo a la indisolubilidad de los dos significados, que proclamaba la regulación de la natalidad con el uso de los anticonceptivos, he evolucionado en la manipulación artificial de la transmisión de la vida, a través de las técnicas de reproducción asistida. Primero se aceptó una sexualidad sin niños y después se aceptó producir niños sin el acto sexual. La vida, fabricada, ya no se considera, por sí misma, como “don”, sino como “producto” y pasa a ser valorada en función de su utilidad. Esta utilidad, medida en funciones concretas, es lo que se denomina ahora “calidad de vida”. La calidad de vida se convierte así en un concepto discriminante entre vidas dignas de ser vividas y vidas indignas y que, por lo tanto, pueden ser suprimidas: abortos eugenésicos, eliminación de personas con discapacidad, eutanasia de enfermos terminales, etc. Y todo ello edulcorado con una cierta “compasión” hacia las personas que se encuentran en estas situaciones (eliminando al enfermo), compasión hacia sus familiares y hacia una sociedad que se librará de costes innecesarios[6].

 

Esa manipulación del cuerpo, propia del relativismo moral y presente en la antropología anticonceptiva, está presente en dos ideologías actuales: la ideología de género y el transhumanismo. Las dos parten de la premisa que no existe ninguna verdad que puede limitar la implantación de sus postulados ideológicos. De nuevo la libertad se coloca en contraposición a la naturaleza. Esta exaltación de la libertad, sin relación con la verdad, hace que ambas ideologías presenten el deseo y la voluntad como los garantes últimos de las decisiones humanas. Por eso la continuación de la frase “Mi cuerpo me pertenece” será… “y hago con él lo que quiero”. Este “lo que quiero” es la expresión del solo deseo como garante de la decisión moral. Pero es, precisamente, el propio cuerpo humano el que aparece como un obstáculo, como un límite, a la realización del deseo.

 

Si la ideología de género pretende que los ciudadanos construyan socialmente su propio sexo, a partir de una supuesta neutralidad sexual, entonces debe negar una verdad antropológica básica como es el dimorfismo sexual (varón y hembra) propio de la especie humana. Y por eso, la ideología de género, niega que la identidad de la persona esté relacionada con su cuerpo biológico: la persona se identifica no por su cuerpo (sexo) sino por su orientación. Se borra toda relación con el género binario para proclamar la diversidad sexual.

 

De la misma manera, en el transhumanismo, la persona queda reducida a su mente, o mejor dicho, a sus conexiones neuronales como soporte de su singularidad. La singularidad es ahora la esencia de la persona, sin el cuerpo, que la identifica y que puede ser transferida a otro cuerpo humano, a un cuerpo animal, a un cyborg o a un simple archivo de memoria.

 

La ideología de género y el transhumanismo son expresiones de esa antropología, rechazada por Humanae vitae, que niega al cuerpo su carácter personal y lo reduce a mero objeto manipulable. La identidad cultural, social y jurídica de la persona no está intrínsecamente ligada a su masculinidad o feminidad. Su identidad personal se basa ahora en su orientación, es decir, sin conexión con el propio cuerpo y sin relación con el cuerpo del “otro”, con el sexo opuesto. Es una antropología que ha separado la vocación al amor de la vocación a la fecundidad. En este sentido es, fundamentalmente, una antreopología a-histórica, que busca solo el momento presente, una antropología del carpe diem.

 

En esta antropología, el cyborg aparece como su realización plena. A través del cyborg se alcanzará la verdadera emancipación biológica:

a) porque posibilitará la construcción del cuerpo y del sexo a través de la biotecnología;

b) porque el cyborg permite un mundo sin reproducción humana sexual; un mundo sin maternidad, sueño del feminismo radical.

El cyborg proyecta la ideología de género hacia un futuro post-género y el transhumanismo quiere, a través del cyborg, que ese futuro sea además post-humano.

 

La única respuesta posible frente a estas ideologías pasa por el redescubrimiento de una antropología integral de la persona, como proponía Humanae vitae, como unidad de cuerpo y alma; una antropología capaz de comprender la plenitud la libertad en la integración con la naturaleza humana. Solo así el ser humano llegará a ser él mismo. Benedicto XVI lo expresaba así en la Encíclica Deus caritas est: «El hombre es realmente él mismo cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima […] es el hombre, la persona, la que ama como criatura unitaria, de la cual forman parte el cuerpo y el alma. Sólo cuando ambos se funden verdaderamente en una unidad, el hombre es plenamente él mismo»[7]

 

Conclusión

Ya Juan Pablo II hizo notar, con motivo del vigésimo aniversario de la publicación de la Encíclica Humanae vitae, su carácter profético: «los años posteriores a la Encíclica – decía Juan Pablo II -, a pesar de la persistencia de las críticas injustificadas y de silencios inaceptables, han podido demostrar con claridad creciente que el documento de Pablo VI fue siempre no sólo de palpitante actualidad sino de un rico significado profético»[8].

 

El sentido profético de la Encíclica encuentra su fundamento en la concepción antropológica integral de lo que significa la verdad del amor, de la sexualidad y de la vida. Una antropología integral que rechaza, por una parte, el reduccionismo biológico del transhumanismo y, por otra parte, la negación del cuerpo que hace la ideología de género. La encíclica sigue vigente porque es la respuesta correcta, desde el Magisterio, a las antropologías dualistas que quieren instrumentalizar el cuerpo y que no son nuevos humanismos, postmodernos y seculares, sino verdaderos anti-humanismos. La encíclica nos propone una antropología de la totalidad de la persona, un antropología capaz de aunar la libertad con la naturaleza.

 

Hoy también se cumple lo que ya anunciaba de sí misma la encíclica: «Se puede prever que estas enseñanzas no serán quizá fácilmente aceptadas por todos: son demasiadas las voces —ampliadas por los modernos medios de propaganda— que están en contraste con la de la Iglesia. A decir verdad, ésta no se extraña de ser, a semejanza de su Divino Fundador, “signo de contradicción” (cf. Lc 2, 34); pero no deja por esto de proclamar con humilde firmeza toda la ley moral, tanto natural como evangélica»[9]. También nosotros, en medio de nuestro mundo, estamos llamados a ser “signo de contradicción”, proclamando con humildad y firmeza la verdad del ser humano, del amor, de la sexualidad y de la vida.

 

Deseo que este Congreso ayude a dar testimonio de esa verdad. Gracias.

 

 

[1] Benedicto XVI, Discurso A los participantes en un Congreso Internacional sobre la actualidad de la Humanae vitae, (10 mayo 2008).

 

[2] Francisco, Exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitiae, sobre el amor en la familia, (19 marzo 2016), n. 82.

 

[3] Cf. Pablo VI, Carta encíclica Humanae vitae, sobre la regulación de la natalidad (25 julio 1968), n. 7.

 

[4] Ibidem, n. 12.

 

[5] Ibidem, n. 17

 

[6] Cf. Congregación para la Doctrina de la FE, Carta Samaritanus bonus sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida (22 septiembre 2020).

 

[7] Benedicto XVI, Carta encíclica Deus cáritas est, sobre el amor cristiano, (25 diciembre 2005), n. 5

 

[8] Juan Pablo II, Discurso A los representantes de las Conferencias Episcopales en el XX Aniversario de Humanae vitae, (7 noviembre 1988).

 

[9] Pablo VI, Carta encíclica Humanae vitae, sobre la regulación de la natalidad, (25 julio 1968), n. 18.

miércoles, 3 de mayo de 2023

VUELVEN A PEDIR

 


 LA DEROGACIÓN DE LA LEY DE ABORTO

 

NOTIVIDA, Año XXII, Nº 1323, 2 de mayo de 2023

 

El diputado Francisco Sánchez (PRO, Neuquén) volvió a pedir la derogación de la Ley de aborto (expte. 1286-D-2023) y presentó nuevamente el proyecto de ley (expte. 1791-D-2023) que propone crear hasta entonces un “Fondo de financiamiento” especial y exclusivo para los gastos que demande la aplicación de la inicua ley, una “prestación” que hoy está incluida en el PMO (Programa Médico Obligatorio) con cobertura total.

 

Ese fondo se integraría con una contribución especial anual de la que quedarían exceptuadas “las personas humanas o jurídicas cuyas convicciones morales, éticas, religiosas o científicas, o ideario institucional resultan contrarias a la aplicación de la Ley”, que podrían manifestar objeción de conciencia. Tampoco estarían obligadas a aportar las personas sin “capacidad contributiva”.

 

Se lee en los fundamentos, que la iniciativa fue elaborada “en base a una propuesta proveniente de ciudadanos argentinos preocupados por la circunstancia de que el cumplimiento de sus obligaciones fiscales contribuye al financiamiento de la práctica de abortos en todo el territorio nacional”.

 

Destaca que “la práctica del aborto es manifiestamente contraria a las más íntimas convicciones de una gran mayoría de los contribuyentes, que, producto de la configuración del sistema tributario argentino, se ven obligados a financiarla con sus aportes”.

 

Y agrega: “esta propuesta, si bien mitiga los efectos de la ley 27610, es insuficiente. Tenemos la profunda convicción de que la citada norma, además de estar viciada de inconstitucionalidad, es intrínsecamente injusta; aun cuando no se exigiera a todos los argentinos el financiamiento de la práctica abortiva, nadie debería estar autorizado a decidir sobre la vida de otro ser humano”.  Motivo por el cual, añade, ya propuso la derogación de la ley de aborto en tres instancias con los expedientes: 1286-D-2023, 792-D-2021 y 6811-D-2020.