sábado, 19 de diciembre de 2009

Movimiento y matrimonio gay: ¿cruzada o negocio?

Miguel A. Gómez
Pastor evangélico. Iglesia "La Misión", Villa Allende.

Resulta desconcertante ver cómo la presión de una minoría hizo que su "solicitud de derechos" se transforme en una cuestión de Estado. La plana política evita debatirlo en plenitud, porque el costo ante la opinión pública puede ser alto. Hay temas prioritarios que debemos tratar. Sin embargo éste, que tiene que ver con una inclinación o preferencia sexual, los opacó casi por completo. Esto revela que la cabeza de buena parte de los argentinos está desorganizada, mal educada o mal aprendida, y demasiado superficial. Desde la Iglesia Cristiana Evangélica afirmamos que, detrás del abuso mediático de tanta gente que se manifiesta en las calles y ante los estamentos judiciales, y que dicen pertenecer al movimiento gay, hay intereses económicos perversos que utilizan el legítimo derecho de esos ciudadanos para incentivar un negocio millonario.

Se trata del turismo gay, con opciones hoteleras, bares, boliches, espectáculos y sex shops , entre otras particularidades. Es bien sabido que Buenos Aires pasó a ser una de las principales capitales gay del mundo.

Por otro lado, es nuestro ferviente deseo que la discriminación deje de surtir efecto en nuestra sociedad . Es injusto excluir a las personas diferentes del resto. Pero ello no significa que estemos de acuerdo con sus comportamientos. Desde nuestro punto de vista, la homosexualidad es una desviación sexual. Comprobado está que el mayor porcentaje de quienes adoptan este estilo de vida tiene que ver con traumas infantiles y de la adolescencia. Estos traumas están ligados a violaciones, abusos, manoseos o malas experiencias sexuales.

Con respecto a los derechos que persigue la comunidad gay, acordamos en que los ciudadanos deben estar cubiertos por leyes para trabajar con seguridad y enriquecerse de forma lícita . Pero no nos parece necesario el litigio que emprendió la minoría gay, ya que en el Código Civil hay figuras legales que suplen las necesidades de sucesión o herencia que ellos supuestamente están pidiendo.

Es importante subrayar que el matrimonio, la adopción de niños y otras demandas efectuadas por personas gay, van en detrimento de la fe cristiana a la cual adhiere la mayoría de la población argentina. Esto nos impide quedarnos callados, ya que aceptar como natural lo que no es, abriría la puerta para que un pervertido o un golpeador pretenda hacer lo mismo, alegando que es su derecho ciudadano.

La Iglesia Cristiana Evangélica no se desentiende de las aflicciones sociales y las conoce profundamente, lo cual le permite opinar con autoridad de los males que producen los desórdenes morales en la vida de las personas. Nuestros brazos están abiertos para contener y ayudar. Pero no implica aceptar que las aberraciones de unos pocos afecten a las presentes y futuras generaciones.

© La Voz del Interior, 19-12-09



1 comentario:

  1. Siempre he creido que detras de todo estos siempre hay un negocio, ya que es extraño que estas personas se preocupen por estas cosas como si fuera tan necesario

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