jueves, 15 de julio de 2010

Le declararon muerte cerebral, pero movió los ojos y médicos lo salvaron



Richard Rudd sufrió un grave accidente de motocicleta en octubre de 2009 y quedó en estado de coma, tres semanas después los médicos le declararon muerte cerebral y cuando se disponían a desconectarlo el hombre movió los ojos.

El momento fue registrado por las cámaras de la cadena BBC que estaba rodando un documental llamado "Entre la vida y la muerte" sobre la vida de los pacientes con lesiones cerebrales severas.

En una ocasión, Rudd había dicho a sus familiares que si se encontraba en un caso como éste su opción era que lo desconectaran porque no quería vivir como parapléjico. Sus padres y sus dos hijas adolescentes decidieron respetar esta decisión.

Sin embargo, antes de desconectarlo los médicos "le levantaron los párpados y le pidieron que moviera los ojos si escuchaba y estaba despierto. Lo hizo, y así supieron que no tenía muerte cerebral".

El médico asistente, David Menon, descubrió que Richard podía mover los ojos en respuesta a órdenes y preguntas sencillas. Esto significaba que, al menos en teoría, Richard podría tomar la decisión de ser desconectado o no.

Dos meses después del accidente, Richard podía responder a diario unas 20 preguntas simples sobre sus intereses y su familia, moviendo sus ojos hacia la izquierda o la derecha como sí o no las respuestas.

Sus respuestas correctas demostraron que tenía la capacidad de decidir sobre el tratamiento. Ese momento llegó seis meses después del accidente. El Dr. Menon le hizo la pregunta que quería hacerle desde que vio que sus ojos se movieron por primera vez.

"Recordó que había tenido un accidente. Era consciente de que estaría conectado a un respirador artificial y se alimentaría a través de un tubo conectado a su estómago por un buen tiempo", indicó el médico.

"Finalmente le pregunté si quería seguir con el tratamiento y respondió que sí. Se lo pregunté tres veces para que quedara muy claro y dio la misma respuesta", recordó.

Richard es ahora capaz de manifestar expresiones faciales y su memoria a largo plazo está intacta. Fue trasladado a un hospital cerca de su casa en Worcester y, después de ver las mejoras lentas pero constantes, su padre también cambió de opinión con respecto a la idea de desconectarlo.

"Todos se sientan en el bar o en el trabajo y dicen 'si esto me pasa a mí, apagaría la máquina. Pero todo es hipotético y no es posible saber lo que realmente querrías hasta que te sucede. La familia y los amigos sienten que pueden decidir por esa persona que en el momento preciso no tiene la posibilidad de optar. Richard tuvo la oportunidad y su voluntad de vivir venció", afirma su padre.

LONDRES, 15 Jul. 10 / 08:20 am (ACI)

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