sábado, 8 de diciembre de 2012

Senado estadounidense rechaza polémico tratado sobre discapacidad





Por Lisa Correnti

El Senado de Estados Unidos votó esta semana en contra de la ratificación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad. Con 61 votos a favor y 38 en contra, no se logró la mayoría de dos tercios necesaria para la ratificación debido a serios temores de que pudiera debilitar la soberanía y los derechos de los padres, y de que se la interpretara con el objeto de promover el aborto.
«Durante décadas, Estados Unidos ha sido el líder mundial y el defensor de las personas con discapacidad... Esta convención no hará nada para mejorar los derechos de los estadounidenses en Estados Unidos», expresó el senador Jim DeMint, quien contribuyó a encabezar la oposición en el Senado. La Ley de estadounidenses con discapacidades, legislación federal aprobada en 1990, convirtió a Estados Unidos en el patrón oro en la concesión de derechos amplios para las personas con discapacidad.

Los expertos de la ONU que se oponen a la ratificación dijeron que sería imprudente aprobar otro tratado de derechos humanos mientras no se realice la reforma necesaria de sus órganos de supervisión. Se sabe que los comités cuya tarea consiste en evaluar el cumplimiento de los estados miembros reinterpretan los términos de los tratados y emiten informes dirigidos a los países de una manera cuasi judicial que los presiona para que modifiquen sus leyes.

La inclusión del término salud «sexual y reproductiva» en la Convención (por primera vez en un instrumento internacional vinculante) dio lugar a más inquietudes. Los órganos de supervisión de tratados utilizan una expresión similar para presionar a los países a fin de que liberalicen sus leyes de aborto.

Las inquietudes provida se incrementaron cuando se rechazó conforme a las políticas partidarias una enmienda para eliminar todo intento de creación de nuevos derechos al aborto, que fue propuesta por el senador Marco Rubio. Todos los senadores demócratas se opusieron a esta protección pese a que el presidente del Comité, el senador demócrata por Massachusetts John Kerry, dijo que la Convención sobre las personas con discapacidad era demasiado importante como para hacer que el aborto impidiera su aprobación.

Agrupaciones de discapacitados intensificaron la defensa de sus intereses al acercarse la votación, inundando las oficinas del Senado con solicitudes de asamblea. Un miembro del personal comentó que, aunque son admirables los esfuerzos de estas agrupaciones, la ratificación por parte de Estados Unidos «no les conseguiría nada más, salvo hacerlos sentir bien».

El senador Kerry, coordinador en el recinto para la Convención, intentó disipar lo que calificó como «mitos» a solo minutos de la votación de mediodía con el propósito de invertir la postura republicana.

«No tiene potestad para modificar las leyes o tomar medidas en Estados Unidos, y sus recomendaciones no tienen consecuencias jurídicas en el estado ni en las cortes federales», dijo Kerry.

C-FAM (editor de Friday Fax) había entregado a los senadores ejemplos de fallos de tribunales estadounidenses que hacen referencia a los tratados de la ONU con el objeto de modificar leyes estatales.

Ex senadores republicanos se aventuraron a ingresar en el debate, aunque en lados opuestos. El senador Bob Dole, veterano de la Segunda Guerra, estuvo en el Senado durante la votación para alentar la ratificación. El senador Rick Santorum, padre de un niño con necesidades especiales, trabajó con el senador Lee para poner de relieve la posible cesión de los derechos de los padres en el caso de los niños con discapacidad.

Los defensores del tratado dijeron que la ratificación era necesaria para permitir a Estados Unidos «sentarse a la mesa» a fin de influenciar mejor a los países con el objeto de que sean «más como Estados Unidos». El senador Jon Kyl se opuso diciendo «La Convención brindaría refugio a los regímenes que no tienen intención de ayudar realmente a los ciudadanos, a la vez que ataría innecesariamente las manos de países como Estados Unidos, que de hecho han efectuado grandes progresos en esta área».

El senador Orrin Hatch, que ha promovido los derechos de las personas con discapacidad durante un cuarto de siglo, también  se opuso a la ratificación. Tras la votación, dijo: «Estados Unidos debe seguir liderando la promoción de los derechos de las personas con discapacidad, pero sin que se menoscabe la soberanía estadounidense».

El senador Kerry promete que el tratado será introducido en los meses venideros.

WASHINGTON D.C., 7 de diciembre (C-FAM)

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