Autor: Instituto
Hipócrates
Fuente:
www.institutohipocrates.com
Hay fármacos de uso
común que pueden producir adicción. Los más importantes son los que se utilizan
para tratar la ansiedad y el insomnio. Pertenecen a la familia de las
benzodiazepinas. Algunos habituales son: Tranquimazin (alprazolam), Orfidal
(lorazepam), Diazepam, Lexatin (bromazepam), Tranxilum (cloracepato), Noctamid
(lormetacepam), Valium (diazepam), Rohipnol (flunitazepam), Dormodor
(flurazepam), etc.
Podemos diferenciar
tres tipos de pacientes que desarrollan dependencia a fármacos:
- Pacientes
consumidores de otras sustancias (alcohol, cocaína, cannabis, heroína, etc.)
que además, consumen tranquilizantes.
- Pacientes a los que
se le han prescrito esta medicación para la ansiedad el insomnio u otra
patología, pero que, por su cuenta, terminan abusando y aumentando las dosis.
- Pacientes
deprimidos o con trastornos de pánico a los que se les prescriben dosis altas
de benzodiazepinas y terminan desarrollando una adicción que les impide
prescindir de ellos.
Síntomas de
abstinencia
Generalmente
caracterizados por una gran ansiedad, agitación, preocupación, taquicardias,
palpitaciones, insomnio, falta de apetito, visión borrosa, miedo a
"volverse loco", temor indefinido a que le vaya a pasar algo grave,
pesadillas, confusión, espasmos musculares, obsesividad, hipersensibilidad a la
luz y los ruidos y variadas sensaciones desagradables.
Estos síntomas suelen
agravarse tras la suspensión o la reducción de la dosis de tranquilizantes.
¿COMO DETECTAR LA ADICCION A
TRANQUILIZANTES?
El paciente adicto a
los fármacos se queja continuamente de ansiedad, malestar psicológico o
tensiones musculares. Necesita sus pastillas como cualquier otro adicto
"su droga". Inicialmente seguramente fue recetada por el médico para
tratar un estado de ansiedad o de insomnio. Poco a poco el paciente va
aumentandor la dosis de ansiolíticos que toma. Llega un momento en que necesita
tomar cada vez más y más. Cuando en su farmacia no se lo dispensan sin receta,
cambia de farmacia o va a varias farmacias para conseguir más cantidad. Si su
médico responsablemente se niega a aumentar la dosis, cambia de médico o acude
a distintos servicios de urgencias para conseguir recetas. A veces, utiliza los
fármacos o las recetas de otros familiares y, en ocasiones, llega a
falsificarlas o robarlas. "Necesita" sus tranquilizantes y va a hacer
lo que haga falta para conseguirlos.
Con frecuencia los
toma un poco "a escondidas" y cuando el resto de la familia no está
en casa. En general la familia es consciente de su dependencia de las
pastillas, pero no sospechan las cantidades que pueden llegar a tomar.
ANSIOLITICOS Y
ALCOHOL: LA ADICCION
OCULTA
Todo el mundo sabe
que es peligroso tomar tranquilizantes y beber alcohol. Son sustancias que se
potencian y multiplican su efecto al mezclarse. Cuando se toman tranquilizantes
y se bebe alcohol, el efecto es equivalente a beber el triple de lo que se ha
bebido o a tomar el triple de los fármacos que se han tomado. Son adictos
graves, pero difíciles de detectar en las familias
Denominamos a veces
"adicción oculta" la que se produce en estas personas. No consumen
grandes cantidades de alcohol ni grandes cantidades de tranquilizantes. Pero,
de hecho, el efecto del consumo conjunto, es como si hubiera bebido el triple o
tomado el triple de tranquilizantes. Son personas adictas, aunque sus
familiares y, a veces, ellas mismas ni lo sospechen. Se sienten mal, sufren,
tienen los síntomas de la adicción, no pueden dejar de consumir, pero muchas
veces no son conscientes de que tienen una adicción cruzada a alcohol y
tranquilizantes.
OTRAS ADICCIONES
FARMACOLOGICAS
Aparte de las
benzodiazepinas, existen diversos fármacos potencialmente adictivos: derivados
del opio como metadona, morfina, codeína y diversos analgésicos y anestésicos.
que pueden generar un trastorno de adicción. Barbitúricos, Anfetaminas y sus
múltiples derivados legales e ilegales, también pueden desarrollar trastornos
de adicción.
Catholic.net, 24-9-13
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