viernes, 27 de noviembre de 2009

Otro ejemplo: el estado de coma no es siempre irreversible

El belga Rom Houbens, sufrió en 1983 un accidente de tráfico, tras el cual quedó en estado vegetativo y con la conciencia extinguida, según el diagnóstico realizado por los médicos que lo atendieron. Pero la realidad es que -como comprobó un equipo de neurólogos de la Universidad de Lieja- Houbens era consciente de lo que ocurría a su alrededor todo el tiempo, aunque no podía comunicárselo a los demás.
"Todo este tiempo literalmente sólo soñaba con una vida mejor. Frustración es una palabra demasiado pequeña para describir lo que sentí", declaró Houbens a la prensa por medio de una computadora especialmente adaptada. "Quiero leer, hablar con mis amigos mediante la computadora y disfrutar de la vida ahora que la gente sabe que no estoy muerto", dijo sobre su futuro.
No estaría vivo si se hubieran donado sus órganos.
(Fuente: La Voz del Interior, 24-11-09)

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