la justicia reconoció
el derecho a vivir del niño por nacer y condenó a prisión perpetua a los
asesinos de Isidro
(ArgentinosAlerta.org)
El Tribunal dictaminó
que la muerte de Isidro, el bebé que esperaba Carolina Píparo, no fue producto
de un aborto sino de un homicidio en un fallo que sienta jurisprudencia en la
legislación argentina.
Los condenados son:
Carlos Moreno, Miguel Pimienta Silva, Luciano López, Juan Manuel Calvimonte y
Carlos Jordán Juárez. En tanto fueron absueltos: Carlos Burgos y Augusto
Claramonte.
Carlos Moreno (20 años) fue quien disparó a
Carolina y la bala le atravesó el mentón y luego le perforó un pulmón. Carolina
fue trasladada al hospital de Gonnet, donde le practicaron una cesárea de
urgencia. Isidro murió una semana después. Miguel Pimienta Silva, de 43 años,
fue acusado de haber "marcado" a Píparo dentro del banco.
Los jueces Claudio
Bernard, Liliana Torrisi y Silvia Hoerr consideraron que la muerte del bebe
-que nació tras una cesárea de urgencia y sobrevivió una semana- fue un
homicidio y no un aborto, como planteaban Oscar Casalla, abogado de Calvimonte
y Claramonte, y Héctor Pizzano, defensor de Jordán Juárez, uno de los
imputados.
Así pues, a los cinco
sentenciados se los halló culpables del intento de homicidio criminis causa
(aquel crimen cometido para ocultar o lograr impunidad por otro delito) en
perjuicio de Píparo, del homicidio criminis causa del bebe y del robo
calificado por el uso de arma de fuego.
"Éste era el
fallo que esperaba. Creí desde el primer momento que iba a haber
justicia", dijo Carolina después del juicio, en el estudio de su abogado,
Fernando Burlando. Sin embargo, agregó: "La herida por la ausencia de
Isidro no la cierra la sentencia".
"Estoy
profundamente agradecida a los médicos que hicieron lo imposible por salvar la
vida de Isidro y que salvaron mi vida y por eso yo estoy acá".
La salidera ocurrió
hace tres años, cuando Píparo fue interceptada junto con su madre, María Ema
Cometta, luego de haber retirado dinero de la sucursal del Banco Santander Río
de 7 y 42, en la ciudad de La
Plata. Tras apoderarse del dinero, y antes de huir, Carlos
Moreno disparó contra Carolina, lo que motivó que le realizaran una cesárea
para salvar a Isidro, su primogénito, quien murió días más tarde.
Hay una vida dentro
del seno materno
Esta vez, los medios
de comunicación tuvieron que reconocer lo obvio: hay una vida en el seno de una
mujer embarazada, en este caso el pequeño Isidro. Mientras que la defensa del
asesino Carlos Moreno pretendió argumentar que se trató de un aborto, el
tribunal dictaminó que la muerte de Isidro fue un homicidio, en un fallo que
sienta jurisprudencia en la legislación argentina.
Se privó a Isidro de
su primer derecho, el derecho a vivir y el tribunal dictaminó que eso fue un
homicidio. Ante la contundencia del caso, los medios de comunicación, que
tantas veces hacen propaganda a favor del aborto, esta vez tuvieron que
reconocer lo obvio: hay una vida en el seno materno y atentar contra esta vida
constituye un delito.
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