Unos 5000 profesores de colegios secundarios tienen en sus manos el controvertido manual de formación docente en educación sexual que distribuyó el Gobierno y que causó una dura reacción de la Iglesia.
El documento, calificado de "neomarxista" y "totalitario" por el arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión de Educación Católica del Episcopado, monseñor Héctor Aguer, es un compendio de textos ya publicados de distintos autores y contiene propuestas metodológicas novedosas, como la adaptación del juego del ludo al lenguaje de la sexualidad,
El ministro de Educación, Alberto Sileoni, insistió en que "es un documento puntual que no se usó en las escuelas y que ha servido para la capacitación docente sólo en algunos lugares del país, como las provincias del Norte y Chubut".
Tras señalar que "no hay razones para que esta polémica continúe", recordó que se trata de la aplicación de la ley 26.150, que estableció la obligatoriedad de la educación sexual en las escuelas. Y dijo con ironía: "Yo supongo que monseñor Aguer, como cualquier otro argentino, quiere cumplir la ley".
En el manual se explica que la intención es proponer actividades de reflexión sobre el concepto de sexualidad para "producir mensajes preventivos" para los docentes.
La propuesta del ludo
Más allá de la controversia por su contenido, en el manual se anima a los docentes a "dialogar abiertamente sobre sexualidad y sexo ampliando los conocimientos y promoviendo la modificación de algunas pautas culturales".
Según pudo comprobar LA NACION al revisar el manual, en el juego del ludo se invita a armar un tablero, con dados, fichas y tarjetas que reproducen "mitos, preguntas y prendas", en un juego en equipo, pensado para una hora de duración.
Allí se invita a realizar tarjetas en hojas de color o cartulina, que el jugador levanta según las casillas en que cae. Entre otros ejemplos de "tarjetas-mito" se mencionan inscripciones como "se puede quedar embarazada por contacto con una toalla u otro objeto con semen", "las mujeres eyaculan igual que los hombres", "los testículos deben tener ambos el mismo tamaño", "con el preservativo se siente menos placer", "la masturbación puede producir debilidad o locura" y otras leyendas explícitas.
Otras preguntas, que intentan reproducir las inquietudes de los adolescentes, son "¿con quién hablamos de sexualidad?", "¿el sida se puede contagiar con un beso?" y "¿qué métodos anticonceptivos conocen?".
El juego incluye prendas, como "hacer una lista de las formas de nombrar los órganos genitales masculinos y femeninos", mencionar tres afrodisíacos, imitar a un personaje, mostrar una habilidad y hacer una pregunta a otro equipo.
En tanto, la presidenta del Inadi, María José Lubertino, anticipó que reclamará al arzobispo Aguer que "ratifique o rectifique" sus dichos. "Es un retroceso importante que haya sectores que se opongan a estos temas que cuentan con un claro consenso democrático", opinó.
La Nación, 31-7-09
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