Frente a la promulgación de la ordenanza municipal que crea el registro de uniones civiles, el obispo de Río Cuarto, monseñor Eduardo Eliseo Martín, recordó que la Iglesia Católica reafirma los valores del amor y el matrimonio, como “unión permanente de amor y de vida entre un hombre y una mujer para sostenerse mutuamente y engendrar y educar a los hijos”, porque ésta es “la base natural para estructurar la sociedad y la garantía de perpetuidad de la especie humana. Por ello el Estado ha de favorecerla, promoverla y protegerla con leyes justas”.
"Las uniones homosexuales carecen de una verdadera complementariedad sexual y están cerradas a la comunicación de la vida, constituyendo una forma antinatural de relación y, por lo tanto, son intrínsecamente desordenadas en el orden moral. No pueden ser nunca la base estructurante de una sociedad, pues de ese modo terminaría la misma por la incapacidad de comunicar la vida", advirtió en un comunicado.
Tras explicar que “la Iglesia enseña que el respeto a las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales”, el prelado señala que “si bien la ordenanza municipal habla sólo de un ‘registro’, el modo como se ha comunicado a la opinión pública es el de la legalización de este tipo de uniones llevando una carga de gran confusión”.
“Es importante hacer notar el valor pedagógico de las leyes. Las formas de vida y los modelos expresados en las mismas no solamente configuran externamente la vida social, sino que tienden a modificar en las nuevas generaciones la comprensión y valoración de los comportamientos. La legalización de estas uniones llevaría al oscurecimiento de la percepción de algunos valores morales fundamentales”, aseguró.
Monseñor Martín cuestionó además que el Concejo Deliberante no haya promovido “una consulta amplia a diversas entidades intermedias, a las diversas denominaciones cristianas, a otros credos y a la Iglesia Católica, de modo que se escucharan todas las voces antes de legislar sobre una materia de tan delicado contenido”.
Asimismo, estimó que "antes de legislar sobre una materia de tan delicado contenido", hubiera deseado que se hiciera una "consulta amplia" y criticó que el tema, aprobado por unanimidad, "nunca había sido propuesto en las campañas electorales".
"Los legisladores son mandatarios del pueblo, pero no para legislar sobre cualquier cosa", sentenció.
Por último, monseñor Martín recordó que “el preámbulo de la Constitución Nacional que invoca a ‘Dios como fuente de toda razón y justicia’”, y rogó a Dios para que “nuestras autoridades a la hora de legislar lo tengan presente para inspirarse en las leyes que promulguen”.
Por su parte, la Comisión Diocesana de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso junto a un grupo de pastores de la ciudad de Río Cuarto, expresaron “nuestra voz común como expresión de la unidad de fe en Jesucristo”, y reprocharon la falta de debate comunitario del tema.+
AICA, 11-5-09
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