Salud reproductiva: nueva ley contra la familia en la ciudad de Buenos Aires
La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la ley 2.931 (B.O. 6/1/09) en virtud de la cual se establece "la distribución gratuita de profilácticos en lugares de esparcimiento nocturno en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” (art. 1).
La ley, que se enmarca en las políticas de salud reproductiva (art. 4), establece que "la distribución de profilácticos debe estar acompañada por el correspondiente instructivo de uso y entregado por personal debidamente capacitado para tal función" (art. 2) y "la distribución debe incluir a los locales inscriptos en el Registro Público de Lugares Bailables de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a reconocidos centros de encuentro de la Ciudad" (art. 3).
La norma supone importantes erogaciones económicas, que si se financian con fondos públicos deberían tener asignación presupuestaria y distraen fondos que podrían destinarse a otras finalidades de mayor urgencia social.
La ley conlleva importantes beneficios para los fabricantes de estos productos, que obtienen de esta forma un mercado "cautivo", facilitado por el Estado.
De fondo, la ley presupone que los locales bailables son lugares donde se vive una sexualidad desordenada y promiscua, que puede poner en riesgo la salud de las personas.
Ahora bien, para responder a esta realidad disvaliosa, se adopta un enfoque sanitarista que se concentra de manera obsesiva en los preservativos, sin abordar las consecuencias psicológicas y sociales de tal sexualidad que se escinde del amor y desconociendo aspectos esenciales de la persona y la familia como la fidelidad, la castidad y la donación de sí en el marco del matrimonio.
FUNDAR
Servicio a la Vida
www.politicaydesarrollo.com.ar, 07-Jan-2009
Anticonceptivos en dispensarios
Después de cinco meses de serias irregularidades en la entrega de anticonceptivos en los dispensarios, desde la Municipalidad de Córdoba aseguran que el suministro se ha regularizado.
Los inconvenientes fueron provocados por la demora en la entrega de las píldoras por parte del Ministerio de Salud de la Nación, debido a un cambio en el sistema de provisión. El viernes pasado, el Gobierno nacional envió una partida para las 12.000 mujeres que utilizan pastillas. Es la primera partida que recibe la Municipalidad en el año. El servicio estuvo suspendido desde diciembre.
“Los cinco meses perdidos afectaron el contacto con muchas mujeres que abandonaron el tratamiento [sic], con lo cual hay que reconstruir vínculos”, comentó Medardo Vázquez, subsecretario de Salud de la Municipalidad. El objetivo del municipio es reforzar el programa. Para ello, se organizó un curso de posgrado para los centros de salud. Hoy se dictará el primer módulo a cargo de Eleonor Faur, del Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas.
(La Voz del Interior, 3-6-08)
Píldora del día después
Chile usa argumentos argentinos sobre la píldora del día después
La Corte Constitucional chilena declaró inconstitucional la norma legal que autorizaba la entrega de la píldora del día después en el sistema público de salud de Chile. La Justicia utilizó así argumentos de la Asociación Civil Portal de Belén [de Córdoba] en su batalla judicial para prohibir su comercialización en la Argentina.
En este sentido, la Corte insiste en que la gravedad que significa no darle a las mujeres la información completa sobre los mecanismos de acción de la píldora, que sí dan los laboratorios fabricantes de los países desarrollados. Toma como ejemplo el caso argentino. El tribunal chileno afirma que basta para ese efecto examinar el rotulado de los productos de esta naturaleza que se expenden a lo largo del mundo. Así, por ejemplo, la información francesa del fármaco Norlevo (...) comercializado por Laboratorios Besins-Iscovesco, en Francia, y que se distribuye en alrededor de 50 países del mundo, indica, en su envase, que se compone de levonorgestrel 0,750 microgramos, y que se ingiere en dosis de un comprimido. Y agrega, en este sentido, que este medicamento es un anticonceptivo de urgencia, además que la anticoncepción de urgencia es un método de reparación que busca evitar la ovulación o la implantación de un huevo fecundado en caso de relación sexual sin protección.
(Fuente: La Voz del Interior, 29-4-08)
Píldora del "día después"
El uso de la llamada “píldora del día después” se viene incrementando a paso acelerado como consecuencia no sólo de que el año pasado comenzó a distribuirse en forma gratuita en todos los hospitales públicos, sino porque cada vez son más los jóvenes que recurren a ella como un método habitual de anticoncepción, coinciden los especialistas.
La píldora es un anticonceptivo hormonal de emergencia que ha sido cuestionado, en especial, por la Iglesia, al considerársela abortivo. No fue creada como método preventivo y los expertos advierten que el abuso de su consumo puede provocar serios riesgos para la salud. Entre otros posibles efectos adversos, un fuerte desequilibrio hormonal.
Durante 2006, en la Argentina, se vendieron 360.000 unidades en las farmacias y, en 2007, se distribuyeron 420.000 en forma gratuita en los hospitales, según cifras aportadas por el sector farmacéutico.
(Fuente: La Nación, 13-4-08)
Prohibir la píldora: ¿peligro sanitario?
Una multitud de mujeres manifestó ayer en Santiago [de Chile] por un fallo que prohibió la distribución en hospitales de la píldora del día después. “Calificamos el fallo como medieval, arbitrario y discriminador”, dijo Natalia Flores, del Observatorio de Equidad y Género.
El Tribunal Constitucional hizo lugar ayer a un recurso de amparo presentado por legisladores opositores. La medida afecta a los centros públicos, dado que el anticonceptivo de emergencia puede ser vendido en las farmacias de todo el país. La ministra de Salud de Chile, María Soledad Barrúa, había advertido por el “peligro sanitario” que representa la prohibición del tribunal.
(Página 12, 4-4-08)
Impedir la vida
ANTICONCEPCIÓN
Evangelium vitae, Juan Pablo II, 1995
13. Para facilitar la difusión del aborto, se han invertido y se siguen invirtiendo ingentes sumas destinadas a la obtención de productos farmacéuticos, que hacen posible la muerte del feto en el seno materno, sin necesidad de recurrir a la ayuda del médico. La misma investigación científica sobre este punto parece preocupada casi exclusivamente por obtener productos cada vez más simples y eficaces contra la vida y, al mismo tiempo, capaces de sustraer el aborto a toda forma de control y responsabilidad social.Se afirma con frecuencia que la anticoncepción, segura y asequible a todos, es el remedio más eficaz contra el aborto.
Se acusa además a la Iglesia católica de favorecer de hecho el aborto al continuar obstinadamente enseñando la ilicitud moral de la anticoncepción. La objeción, mirándolo bien, se revela en realidad falaz. En efecto, puede ser que muchos recurran a los anticonceptivos incluso para evitar después la tentación del aborto. Pero los contravalores inherentes a la « mentalidad anticonceptiva » —bien diversa del ejercicio responsable de la paternidad y maternidad, respetando el significado pleno del acto conyugal— son tales que hacen precisamente más fuerte esta tentación, ante la eventual concepción de una vida no deseada.
De hecho, la cultura abortista está particularmente desarrollada justo en los ambientes que rechazan la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción. Es cierto que anticoncepción y aborto, desde el punto de vista moral, son males específicamente distintos: la primera contradice la verdad plena del acto sexual como expresión propia del amor conyugal, el segundo destruye la vida de un ser humano; la anticoncepción se opone a la virtud de la castidad matrimonial, el aborto se opone a la virtud de la justicia y viola directamente el precepto divino « no matarás ».A pesar de su diversa naturaleza y peso moral, muy a menudo están íntimamente relacionados, como frutos de una misma planta. Es cierto que no faltan casos en los que se llega a la anticoncepción y al mismo aborto bajo la presión de múltiples dificultades existenciales, que sin embargo nunca pueden eximir del esfuerzo por observar plenamente la Ley de Dios. Pero en muchísimos otros casos estas prácticas tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de libertad que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad. Así, la vida que podría brotar del encuentro sexual se convierte en enemigo a evitar absolutamente, y el aborto en la única respuesta posible frente a una anticoncepción frustrada.
Lamentablemente la estrecha conexión que, como mentalidad, existe entre la práctica de la anticoncepción y la del aborto se manifiesta cada vez más y lo demuestra de modo alarmante también la preparación de productos químicos, dispositivos intrauterinos y « vacunas » que, distribuidos con la misma facilidad que los anticonceptivos, actúan en realidad como abortivos en las primerísimas fases de desarrollo de la vida del nuevo ser humano.
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