“La homosexualidad es una enfermedad que se puede tratar y curar con médicos, psicólogos y sacerdotes”, predicó el obispo de Santo Tomé, Hugo Santiago, en medio de una misa multitudinaria celebrada en Paso de los Libres por el cierre de las fiestas patronales de San José.
“La sociedad promueve la profilaxis en las escuelas y se podría hacer eso con nuestros adolescentes, evitando que tengan un hijo no deseado o que contraigan el sida, pero como padres y educadores estaremos fracasando en una verdadera educación para el amor al permitir que prevalezca la sensualidad porque se estará sometiendo a nuestros jóvenes al hábito de relaciones superficiales y efímeras, cuyo fruto no podrá ser otro que el de matrimonios separados e hijos huérfanos. Desde el pecado original, el amor de pareja necesita ser sanado por Cristo para que pueda ser estable y verdadero”, opinó durante la homilía.
(Fuente: Crítica de la Argentina, 23-3-09)
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